Los que nos calzamos una
zapatillas y echamos a correr, llueva, haga frío o calor, varias veces a la
semana nos creamos un hábito un tanto discutible para muchos. Estamos locos.
Correr es el medio y el
objetivo, parada y destino, cansancio y
esfuerzo, evasión y reflexión, plenitud y vacío, amistad y soledad…
20.000 corredores en la Barcelona Marató |
El entrenamiento puede ser un fin
en si mismo. Si un día estás muy cansado o no apetece por las inclemencias del
tiempo, decides quedarte en casa y ya está. Otro día será.
Pero un día decides prepararte
para una carrera exigente, por ejemplo: un Maratón. Inevitablemente te pones un
objetivo que puede ser, terminar, bajar de 4 horas y media, bajar de 4 horas,
bajar de…., y te trazas un plan, normalmente de 3 ó 4 meses, y entonces no vale
lo dicho anteriormente. No puedes fallar, si lo haces te arrepentirás el día de
la carrera. Así que hay que sacar tiempo de donde no lo hay, perder horas de
sueño, perder tiempo para estar en casa con tu familia, salir en las noches de
enero cuando no hay un alma en la calle, madrugar esos domingos cuando todos
están en la cama, no puedes fallar.
Conforme pasan los días te
sientes más poderoso, te sientes confiado, te va dando un progresivo “subidón”.
Todo va bien. Controlo.
Faltan solo dos meses, perfecto.
¡Qué bien esas series!, buena tirada este fin de semana, voy cogiendo el ritmo
que busco…, pero ¡ay!, un súbito dolor en la rodilla. Echas a andar, seguro que
se pasa…, empiezas otra vez a correr, vuelve el dolor, fuerte, intenso, cojeas…
¿Qué me pasa? La fisio disipa mi duda: “Pata de ganso”, ¡Joder!, menudo nombre,
podría haberme dado una “tendinitis rotuliana” como a Nadal, eso si que mola…, ¡no!,
Pata de ganso…,Cago en la leche!, ¡con lo bien que iba todo!
Resultado: Casi un mes en el
dique seco, masajes, corrientes, hielo y bajón de forma. Y como no soy muy
constante: algún kilo de más. Miras a tu fisio como a una “diosa”: ¡Por Dios,
cúrame! Paciencia y ánimo, seguro que llegas.
Así que, tan solo faltando un mes
para la carrera te dice: trota un rato y pruébate. Vuelven los nervios. Sales
con precaución y no notas molestias, no fuerzas. Poco a poco vas aumentando la
tirada y la velocidad. Tu cuerpo responde. ¡Hace solo unos días pensaba que no
podría llegar! Y sin darme cuenta, me subo en el avión que me llevará a
Barcelona. El objetivo: terminar. Llegar a la meta con los brazos en alto,
vencedor.
No hay nada como correr.
Encontrar una motivación, establecer una meta. Echo a correr con veinte mil
corredores que me arropan, que me llevan en volandas y antes de darme cuenta
estoy en el Nou Camp, con la liebre de las 3 horas y media. La Sagrada
Familia…, ¡que lujo!..., mi amigo Gaudí, el corazón me late rápido, pero de
emoción. Llego a la media, llego a la playa y en el kilómetro treinta, de
pronto los kilómetros que no hice me caen a plomo. Adiós liebres. Aflojo o me
va a reventar algún músculo…, bajo casi un minuto el kilómetro, pero me da
igual, se cual es mi objetivo. No me asusto, estoy eufórico. Los últimos 5 Km ., no necesito esforzarme,
la gente en el barrio gótico, en las ramblas corren por mi. Los críos me chocan
la mano cargando mi batería. Y Colón me señala el camino: sigue por Paral-el, Tomás
corre, corre.
We are the Champions! my friends!! |
Espero en la meta a que entre el último
de los corredores. Le grito. Me mira. Lleva 6 horas corriendo y el muy canalla, luce una sonrisa
de oreja a oreja. Es un campeón y lo
sabe…
Después de leerlo, no puedo agregar nada. Me he emocionado tanto, que ..... se me han saltado las lágrimas, y pa colmo delante de todos mis compis del curro. Vaya tela!. Vivirlo para sentirlo.
ResponderEliminarCago en la fascitis..., la próxima..., juntos....
EliminarTomás, eres enorme campeón, corriendo, sintiendo y escribiendo.
ResponderEliminarAunque no lo he comentado en el artículo, Consuelo..., tengo que reconocer que dormí más profudamente que el año pasado..., había mas silencio..., jejejeje
EliminarQue bonita cronica y que buen tiempo y eso que unos dias antes te ha venido a ver una lesion que sino... Un saludico y enhorabuena.
ResponderEliminarGracias Paco..., se nota que eres un corredor de pro...
EliminarGran carrera y gran crónica de la misma, casi que he "recorrido contigo" virtualmente el antes, durante y después de la prueba, espero que en la 2013 esta experiencia la vivamos juntos y esa "soledad del corredor de fondo" sea compartida. Un abrazo GRAN LOST.
ResponderEliminarEl año que viene..., será mejor todavía..., lo mejor está por venir. De momento: La ruta de las Fortalezas..., 51 Km. nos esperan....
EliminarPasión, pasión... por lo que uno quiere, por lo que uno siente. Se palpa en el sentimiento que despierta una experiencia como la que cuentas en esta crónica. Ánimo... y adelante.
ResponderEliminarEso eso..., no te digo Pedro J. de lo que iba huyendo...., ¡cuídaico conmigo!
EliminarEres un tio con mucha fuerza de voluntad y eso al final se premia, eres un CAMPEÓN con todas las letras!!!
ResponderEliminarUN BESAZO.
Eso me lo dice una montañera de pro..., así que tengo que reconocerlo.... Sabes Mª Carmen..., por poco le tengo que hacer a uno la reanimación cardiopulmonar..., menos mal que estaban los de la Cruz Roja..., te acuerdas??
EliminarEs cierto, sale por la noche, haga frío o truene y no se queja cuando le duele la rodilla, solo se le ve un poco triste hasta que vuelve a correr..... y míralo ahí con los brazos en alto y feliz. Si me pregunta alguien quién ganó, no hay ninguna duda, TOMÁS!!!!!!!!!!! (Casi lloro leyendo tu crónica, ¡ENHORABUENA!)
ResponderEliminarCristina.
Pues yo...sin el casi...la lagrimita se me ha saltado, no sabia de esa afición tuya Tomaa, había visto algo en el Facebook, pero a tal extremo....,,animo campeón!..
ResponderEliminarMarilo.