En un pueblo muy cerca de Alicante, Aigües, hemos compartido una estupenda mañana, soleada y con una temperatura mas propia del mes de Mayo, con 370 corredores/as y un buen montón de senderistas que salieron una hora antes que nosotros. Desde la plaza de la iglesia, con un ambiente genial, con una organización que se esmeraba en que todo fuera bien, nos concentramos todos, estirando unos, saltando otros, calentando..., cinco, cuatro, tres, dos, uno..., y salimos todo, con un buen ritmo desde el principio, que presagiaba lo rápida que iba a ir la carrera. Un poco más de 15 km y 702 metros de desnivel. Una carrera que se parecía mucho por la distancia y el perfil a los entrenamientos que solemos hacer por nuestra sierra, ya sea el camino de los Forestales, o la subida por las Columnas al Relojero.
Echamos a correr..., caminos, senderos y a los 3 km comienza la subida más fuerte hasta un collado, con unos dos km y medio de subida, en la que más que correr teníamos que andar, a un fuerte ritmo..., pero en cuanto el sendero perdía un poco de pendiente, la peña se ponía a trotar hasta que no podía más y comenzaba a andar de nuevo. Sobra toda la ropa..., que calor!, en Enero y asfixiados..., alucinante. En cuanto sorteamos el collado, comienza una fuerte bajada por un estrecho sendero rodeado de romeros en el que hay que cuidar mucho el paso, por las piedras, rocas y raíces, incluso sabiéndolo, Juanje y Tomás han hecho una breve excursión al suelo..., pero eso son gajes del oficio y no ha llegado la sangre al río. Era una pena no poder disfrutar del paisaje, no había forma de quitar el ojo del siguiente paso para ver donde poníamos el pie.
Termina la bajada y comenzamos por un camino, llano pero con subidas y bajadas poco pronunciadas y allí aceleramos el paso. Juanje me espera en el avituallamiento para terminar juntos la carrera. Poco a poco nos vamos a acercando al pueblo, saltamos el tronco de un pino que ya habíamos saltado al principio de la carrera y es cuando nos damos cuenta de lo poco que queda. Después de una cerrada curva entramos en la última recta..., apretamos, mucha gente nos anima, subimos los brazos y entramos a la meta, una hora y treinta y tres minutos después. Estamos muy contentos, cansados, pero satisfechos. Todo ha ido bien y el tiempo ha sido realmente bueno. Vemos caras de satisfacción, corredores comentando la carrera, camaradería..., unos corredores de Puente Tocinos que me vieron "aterrizar", me saludan y me pregunta como estoy..., han hecho una buena carrera.
La organización nos invita a una rica empanada, buenísima, que me gusta más todavía que la camiseta. Nos esperamos a que salga el avance de la clasificación..., todo bien, buenos puestos en la general 136 y 137 de los 370, y muy buenos puestos en nuestras categorías respectivas. Pero esto es accesorio, una anécdota, lo realmente importante es poder correr en entornos tan geniales y dedicar una mañana a hacer la cabra por esos montes...
Otra carrera, otros amigos que hemos conocido, un disfrute y ya en el coche de vuelta, hablando de la próxima carrera..., jajaja.
The Lost Runners
Otra carrera, otros amigos que hemos conocido, un disfrute y ya en el coche de vuelta, hablando de la próxima carrera..., jajaja.
The Lost Runners
Hay que ver lo que hace un dorsal eh. Si va uno solo seguro no hace menos de dos horas, peeeeroo los dorsales parece nos aligeran de peso. Un saludico.
ResponderEliminarEs verdad Paco, da alas, un dorsal y un colega a tu lado corriendo..., Saludos...
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