Sólo existe una sensación mejor que la de correr... y es correr por la montaña: entre árboles, pisando piedras, recorriendo senderos, respirando el aroma de los pinos, subiendo un repecho, sorteando un tronco... es una experiencia incomparable. Participar en una media como la de Almansa o una maratón como la de Barcelona, es vivir la fiesta del running, rodeado de corredores populares y con un buen ambiente inigualable que te animan a seguir hasta el final. Sin embargo, en una carrera de montaña como la de El Valle, el número de corredores es mucho menor. Llegado un punto, cada corredor se amolda a su ritmo y la mayor parte del tiempo, recorre los senderos en soledad. Esa sensación de encontrarte "perdido" en medio de la naturaleza, corriendo, saltando... es algo que causa adicción. El mito del hombre en su medio natural, sin factores alienantes, sin el ruido omnipresente de la ciudad y su ajetreo. Escuchas el sonido rítmico e hipnótico de tu respiración... casi se pueden escuchar tus pensamientos transportados por la brisa entre las ramas de los árboles. Hay un momento en el que todo corredor de siente vencedor de la prueba: tras una cuesta insufrible, una subida interminable, llegas al final y se extiende ante ti un horizonte soleado cuya sola visión te provoca una punzada de orgullo porque valiéndote únicamente de tu esfuerzo y de tu capacidad de sacrificio, has logrado llegar hasta allí.
Después de vivir un momento como el que acabo de describir, creo que la carrera de El Valle, el monte dónde muchos de nosotros crecimos, es una oportunidad que no debemos dejar pasar.
Aquí os dejo un enlace de un blog genial dónde hace una review del recorrido, de la secuencia de subidas, bajadas y los senderos más míticos por lo que pasarán los runners. Si nunca has participado, te puede ayudar a hacerte una idea de cómo será la carrera y dónde es bueno reservar fuerzas.
Suerte y ánimo a todos los valientes.
Lost Runners