Nuestro monte es espectacular, echas a correr y puede elegir mil senderos, cambiar de rumbo en las bifurcaciones, subir, bajar..., cuando crees que ya conoces todos estos senderos, surge uno nuevo. Lo dicho un lujo.
Poco a poco voy cogiendo forma, gracias a mis amigos. A principios de enero, apenas podía correr 1 kilómetro seguido (en llano), hoy he corrido casi 17 con Fiko, por estos preciosos montes, 2 horas y casi 700 metros de desnivel. El cuerpo tiene memoria, sin duda, pero hay que ayudarle a recuperarla. Y yo tengo la suerte de contar con Fiko, con Juanje, con Joaquín..., que me animan, que compartén entrenamientos, proyectos y sueños..., y que encima bajan su ritmo y me esperan. Soy un suertudo.
Esta mañana con Fiko, he terminado cansado pero muy feliz. Gracias amigos.